M.J. ESTEBAN / Gea de Albarracín
La idea de hacer una recreación ambientada en el siglo XVII, surgió el año pasado para conmemorar el 400 aniversario de la expulsión de los moriscos de Gea que diezmó la entonces próspera villa. Hay en la localidad personas que colaboran con la Fundación Bodas de Isabel, y con la organización de la asociación cultural El Solanar, y el soporte y dirección artística de la propia Fundación, nació “Juan Palomero, el último morisco de Gea”, con guión de Santiago Gascón.
Las 120 personas que el año pasado vistieron a la usanza de la época -ellas larga falda, camisa y un corpiño o fajín; ellos pantalón holgado, camisa y chaleco o faja negra-, bien con los trajes improvisados las semanas previas, bien con los prestados por la Fundación y un taller de Villarquemado, se han multiplicado. Los escasos puestos que se colocaron el la principal calle del municipio también, la mayoría instalados por los propios vecinos o artesanos de la zona, además de uno de Cáritas con su mensaje solidario.
La fiesta fue acogida con entusiasmo y dejó muy buen sabor de boca. “Fue un éxito total, todo el mundo nos decía que el año que viene tenéis que repetir, era solo para el 400 aniversario, pero la gente decía que era una preciosidad y se tenía que volver a hacer”, explica Josefina Pérez Mezquita, de El Solanar. Así se decidió, y a imagen de Las Bodas de Isabel de Segura, las mujeres del pueblo se lanzaron a elaborar trajes para los suyos, con la misma filosofía de respetar la vestimenta de la época, nada de conjuntos de fantasía o que parezcan disfraces.
Rodeados de música y actividades de animación callejera, los principales actos de la recreación se desarrollaron en la tarde y noche de ayer, tras el anuncio de la expulsión el viernes por parte del inquisidor. Esta mañana, quien quiera acercarse a Gea, además de la atractiva ambientación que impregna las calles de la localidad, podrá escuchar a “Les Morenillas” desde las once, pasado el mediodía hay programada una misa gregoriana con el coro parroquial en la iglesia de San Bernardo, y al término de la misma, el acto culminante: la expulsión de los moriscos y su salida de la villa por la calle Mayor, camino del destierro hacia Vinaroz, con el lamento final por el pueblo que se marcha. El año que viene otra vez, pera conmemorar el 402 aniversario.
Fuente: Diario de Teruel
0 commentaires :
Post a Comment