La historia empieza cuando Juan, un joven profesor de historia, encuentra en una alacena escondida en su casa de Almonacid de la Sierra (Zaragoza) unos antiguos manuscritos. Estos libros parecen escritos en árabe, pero tras intentar leer algunas páginas se da cuenta de que en realidad son textos aljamiados, una forma de escribir en español pero con la grafía árabe. Uno de estos libros narra la historia de una familia del pueblo expulsada en 1609. Alentado por su abuelo, Juan decide investigar más sobre esa historia y para ello no duda en pedir la colaboración de expertos en la materia. El diario relata lo sucedido en el verano de 1609 y las vicisitudes que los Aziz, una familia con profundas raíces en Almonacid, se ven obligados a vivir. Descubrirán, de la noche a la mañana, cómo su vida cambia de rumbo y pasan de ser una humilde familia de labradores a sentirse unos extraños en su propia tierra, viéndose obligados a partir hacia el exilio. Después de una larga travesía, que realizan bajo la custodia del capitán Larrasoana, llegan al puerto de Los Alfaques, donde junto con cientos de moriscos embarcarán rumbo a Túnez. Antes de marchar, la familia Aziz deja a su hijo menor, enfermo, al cuidado del Capitán Larrasoana, con quien han entablado una fuerte amistad. En la despedida, el abuelo entrega su diario al capitán, pidiéndole que lo conserve para su nieto cuando crezca, y así éste no olvide sus orígenes, ni a aquéllos que se vieron obligados a dejarlo atrás. En el ocaso del día los Aziz abandonarán España rumbo a un incierto futuro. Juan, nuestro joven historiador, tras conversar con varios expertos e investigar sobre la parte española del relato, decide viajar a Túnez. Parece ser que un gran número de los expulsados fueron llevados a esas tierras y él quiere ahondar más en su historia. En Túnez, descubrirá cuál fue la acogida dispensada por los tunecinos a los moriscos, las consecuencias de esta inmigración y se sorprenderá al descubrir que aún hoy, existen algunas familias descendientes de los expulsados. Estos descubrimientos le llevarán a visitar Testur, villa creada para acoger a los moriscos. Allí encontrará más huellas del pasado y hablará con esos descendientes de españoles. De regreso a España, Juan repasa lo averiguado junto a su abuelo. La pregunta que le ronda desde su viaje a Túnez aflora en sus labios y la respuesta que obtiene por parte de su abuelo es una sonrisa, una de esas sonrisas que no dice nada y lo dice todo.
Fuente: Casa árabe _البيت العربي
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