El norte de Túnez, mar y montaña

Gulliveria

Cuando se piensa en el norte de Africa como una zona desértica se comete un error, como demuestran éstas tres regiones del norte de Túnez

En siglos anteriores las cadenas montañosas del Rif Tell y las cordilleras del Atlas crearon una orografía tan espectacular como complicada. Con un índice de días lluviosos por año extremadamente alto para lo que es lo habitual en Túnez, nos encontramos ante verdes bosques en las proximidades de Tabarka. frondosos parajes que nos sorprenden por su rareza y belleza. Las montañas de los Atlas mueren junto al litoral septentrional de Túnez, una muerte dulce que agranda la monumentalidad de la zona. En este reportaje recorremos sus tres principales ciudades: Bizerta, Tabarka y Ain Draham.

Como hemos dicho, la región del norte tunecino se caracteriza por paisajes frondosos, más parecidos al Mediterráneo norteño que al resto del país, de clima más desértico y sahariano. Aquí, encontramos la belleza pura y limpia de las montañas que entran dentro del mar Mediterráneo. La costa es abrupta y salvaje, con pequeñas calas y playas solitarias de buena costa y mar. Como no, podremos combinar turismo, deporte y naturaleza.

Nuestro viaje comienza en Bizerta, situada entre el lago del mismo nombre y el mar, a tan sólo 64 kilómetros al norte de la capital, Túnez. Como la mayoría de las ciudades mediterráneas estuvo habitada por distintos pobladores hasta que los árabes la tomaron, dándole el nombre de "Ben Zert". En el siglo XVI fue puerto favorito de piratas y por tanto fuente de conflictos entre turcos y españoles. Años de guerras y miseria hasta que en 1609 recibió la inmigración de muchas familias de moriscos expulsados desde España. Desde entonces, con el aumento de la población, creció también su importancia. Protectorado francés desde 1881 hasta su independencia en 1956, fue punto estratégico y vital en la Segunda Guerra Mundial debido a su base naval militar. Hoy, Bizerta es una ciudad moderna, industrial, comercial y llena de lugares para el ocio y el esparcimiento.

Recorremos la Medina y el Puerto Viejo, paseamos por sus callejuelas al atardecer, cuando los pescadores llegan para atracar sus barcas y vender sus productos. El paisaje es espléndido y muy evocador. En la Kasba, barrio amurallado nos perdemos en el laberinto de arcos y pequeñas calles con una fortaleza medieval que antiguamente defendía la entrada al puerto. Frente a la Kasba, al otro lado del puerto hay un edificio restaurado en 1987 que contiene un acuario y maquetas de barcos, es el Museo Oceanográfico. Cuenta con una vista muy agradable desde la terraza. En lo alto de una colina con una magnífica vista de toda la ciudad y el mar, llegamos al Fuerte Españo, utilizado como teatro al aire libre. En los alrededores de Bizerta podemos visitar el "Cap Blanc" el punto más al norte de todo el continente africano; el Parque Ichkeul, declarado por la UNESCO "Reserva de la Biosfera"; Utica, con restos arqueológicos de la primera colonia fenicia del Norte de África, fundada en el siglo XII a. C. Muy cerca de las ruinas de Utica, encontramos el encantador pueblecito de Kalaat Al Andalus habitado por los moriscos expulsados de España en el siglo XVII.

Tabarka es un lugar ideal para el cuidado del cuerpo. Se está convirtiendo en una estación balnearia de reconocido prestigio, conservando sin embargo el encanto de un tranquilo puerto de pesca. Protegida por la montaña y los bosques de pinos que llegan hasta el mar, destacan en nuestro camino las famosas "agujas", puntas rocosas de formas monolíticas. Tabarka fue muy importante en el comercio del mármol y del corcho así como por su artesanía de coral rojo. Compra obligada es alguna joya de coral. Podemos visitar la isla (ahora península) donde hay un fuerte genovés y disfrutar con las excepcionales panorámicas sobre la costa. Para los amantes del submarinismo, Tabarka es un paraíso. Está emparentada con la isla de Tabarca frente a la costa alicantina del levante español, pues fue aquí donde se instalaron 600 refugiados tabarquinos en el año 1768.

Tabarka cuenta con una fuerte capacidad hotelera, un aeropuerto internacional, un puerto de recreo, campos de golf, centros de buceo, talasoterapia, termalismo, equitación, etc. En verano, Tabarka ofrece festivales de música de todo tipo que la convierten en un destino privilegiado para los amantes de la música, público fiel a cada una de las citas anuales de dichos festivales: Festival de Jazz, Festival de World Music, Festival de música Latina, y el Festival du Raï. Todos ellos, entre los meses de Julio a Septiembre.


En Ain Draham nos daremos centa que cuando se piensa que en el Norte de Africa todo es sequía estamos equivocados. Ain Draham es una ciudad construida por los colonos franceses, aunque de carácter tunecino. Aquí, a casi 1000 metros por encima del nivel de mar, se encuentran espacios verdes y amplios bosques que rodean la ciudad, un lugar obligado, si ha venido a conocer Túnez, y donde puede disfrutar del paisaje, dedicarse a la caza, y si su visita la esta realizando durante el invierno, podrá hasta ver nieve y no son muchos los lugares en Africa donde puede disfrutar de este fenómeno meteorológico. El bosque alrededor de la ciudad de Ain Draham pertenece a las Montañas "Khroumirie" donde el alcornoque es el árbol dominante. Parte de la atracción son sin duda los jabalíes a partir del mes de mayo. La región tiene el nivel más alto de precipitación del país, y, como hemos comentado, en invierno, la nieve puede alcanzar hasta un metro de altura.

Región de contrastes, tranquila y excitante, con bellos paisajes y lugares para el ocio en todas sus vertientes, el norte de Túnez nos espera con los brazos abiertos. Lugareños afables, precios asequibles y buen clima son otros de los puntos a favor. Muy recomendable.

Fuente: alicanteactualidad.es