Universidad Mohamed V, Rabat outmani7@yahoo.com
En el Capítulo I de su Rihla titulada «Násir Al-Din Alá Al-Qawm Al-Cáfirin», Al-Haŷari menciona el nombre de "Ráyah" en los siguientes términos:
«Cuando fui a verle, [el arzobispo] me dio el pergamino y le dijo a un cura sumamente culto, famoso y mahmud [original árabe y subrayado mío] entre ellos de nombre Ráyah: “¡Siéntese con él [mientras traduzca] y anote todo cuanto le diga!” »
¿Quién será este Ráyah? Podría ser Diego de Urrea, Catedrático de árabe de Alcalá de Henares, que fue mandado por Felipe II a Granada en 1596 para colaborar en la traducción del Pergamino y los Plomos. Pero no lo es, simplemente porque Urrea no era eclesiástico. Entonces, tal vez, como sostiene Rezzouk (Razouq) en su edición del texto de «Násir Al-Din Alá Al-Qawm Al-Cáfirin», se trate del doctor Luis de Raya. Sin embargo, este mero maestre de la Escuela de Granada no parece tener el rango y el halo de la gran figura que describe Al-Haŷari Bejarano.
En la versión inglesa de «Násir Al-Din Alá Al-Qawm Al-Cáfirin» (PS van Koningsveld, G. Wiegers & Q. al-Samarrai, CSIC, 1997), el fragmento en cuestión fue traducido como sigue:
«When I came he gave me the parchment and told a learned priest who was very famous among them, called Râyah…»
A pie de página, los traductores no descartan la susodicha propuesta de Rezzouk, pero proponen dos posibilidades adicionales: Arias Montano y el alguacil mayor Luis Arias. Cabe precisar que todos los nombres sugeridos están relacionados de un modo u otro con las traducciones del Pergamino y los Plomos. Sin embargo, nuestros traductores acaban excluyendo a Arias Montano por no saberse que haya viajado a Granada en el marco de dichas traducciones (van Koningsveld et al, op cit. p.75).
Personalmente, creo que la clave del nombre está en el texto mismo de Al-Haŷari Bejarano, que escribe :
"قسيس عالم شهير [و] محمود عندهم اسمه رايهْ"
Curiosamente, la palabra "mahmud" ha sido omitida en la versión inglesa. Como sustantivo, "Mahmud" denota virtud y nobleza de carácter, y como nombre de persona o adjetivo califica a su portador de "bien nombrado" (por esas cualidades). Normalmente, se utiliza como apelación, y es rarísimo hallar ejemplos de "mahmud" como adjetivo calificativo de persona, aunque sí de cosas inánimas (ej. iniciativa, esfuerzo, obra, etc). Sin embargo, Al-Haŷari lo utiliza para calificar a su figura, aunque no vuelve a utilizarlo más en su libro, a pesar de que introduce otras figuras dignas, como "Ráyah", de ser "bien nombradas" por su nobleza y virtud. Unas cuantas lecturas y comparaciones después, deduje que "Mahmud" aquí debe ser entendido como equivalente árabe de "Benito", del latín "benedictus", de lo cual, cabe pensar, el bilíngue Al-Haŷari Bejarano tenía conciencia al referirse al sacerdote y presentar su figura. Así, concluimos que «mahmud… Ráyah» no es otro que Benito Arias (Montano), hombre de la Iglesia y uno de los hombres más cultos y sabios del panorama intelectual español del siglo XVI.
Huelga recordar que el Arzobispo de Granada hizo de todo para que Arias Montano participace de la tarea traductólogica, pero éste quiso siempre mantenerse al margen, alegando esencialmente motivos de salud para no desplazarse de Sevilla a Granada. Lo cierto, empero, es que Arias Montano mandaba sugerencias y comentarios que le solicitaba el Arzobispo por escrito sobre el tema. Dicho lo cual, mi lectura, de ser acertada, serviría no sólo para identificar la figura de "Ráyah", sino también de única prueba documental de que Benito Arias Montano (1527-1598) asistió, al menos una vez, a las históricas sesiones de traducción, junto a Al-Haŷari Bejarano.
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